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Quiero quererte despacio, poner tu mano sobre las heridas que me dañaron la vida, besar uno por uno todos tus lunares. Quiero firmar una hipoteca a plazo fijo con tus ojos y romper la burocracia para que no te ahogues nunca más en la rutina. Quiero una casa chiquita, para tener que apretujarnos más, y una ventana gigante para que entre todo el sol de la primavera. 
Quiero flores encima de la mesa de la cocina, y un sillón cómodo para acostarme desnuda a leerte. Quiero que no puedas aguantar las ganas de besarme, y que busques mi boca como si fuese un refugio, un descanso. 
Quiero que te diviertas con mis ojos y que te rías de mis tonterías, porque las hago para vos. Quiero que me sorprendas viniendo a buscarme, y que antes de terminar una discusión ya estes pensando en la manera salvaje de arreglar todo. Quiero cenas para dos y postres, muchos. Quiero no ser jamás la excusa y siempre, siempre, siempre el motivo. Quiero que me quieras a deshoras, cuando menos me lo espere. Quiero que me escribas tus deseos en la espalda, que los convirtamos en realidad y que no desaparezcan nunca las ganas de soñarnos cada noche. Quiero ser para vos la más sofisticada de las musas.  Quiero ser lo que soy, y nada más, y tampoco menos. Quiero que te disgusten mis manías, que te enojes mis cambios de humor, que te desesperen mis miedos pero que quieras lidiar con todo esto. Quiero que te de igual la película pero que nunca dudes de la compañía. Y quiero que no me mientas, sobre todo que no mientas, que no tengas miedo, que no huyas. Quereme, que es resumidas cuentas es todo lo que pido.